miércoles, 13 de mayo de 2009

Elección del Gobernador Dr. Adolfo Contte con un solo elector.

El titulo con que inicio este trabajo es engañoso. Nunca, a lo largo de la Historia Política correntina se eligió Gobernador alguno por medio de un solo elector, ya que nuestra Constitución exigía -hasta 1960 en que fue modificado el sistema y 1993 en que fue suprimido la elección de segundo grado en Colegio Electoral- contar con una mayoría absoluta de 14 electores, y el caso al que me voy a referir, del Dr. Adolfo Contte elegido en el año 1919, no fue una excepción a la regla.
No obstante ello, he escuchado muchas veces decir lo que afirma el titulo, lo cual induce a error y es necesario clarificar lo que realmente ocurrió, las motivaciones de los hechos y -muy especialmente- los antecedentes políticos partidarios que confluyeron en la decisión del Colegio Electoral de Corrientes reunido el 10 de julio de aquel año.

Los antecedentes.
Durante el período que corre entre los años 1909 y 1913 gobernó la provincia el Dr. Juan Ramón Vidal, líder del Partido Autonomista, a quien acompañaba en su gestión como Vicegobernador el Dr. José Rafael Gómez, dirigente del Partido Liberal que ya había gobernado la provincia en los años 1901 a 1905, siendo sus ministros el Dr. Manuel Mora y Araujo, liberal y los Dres. Ramón A. Beltran y Manuel Bonastre, autonomistas. Se cumplía de esta manera con el Pacto celebrado entre ambas agrupaciones, guardado celosamente por quienes tuvieron la responsabilidad de ejercitarlo en función de gobierno, obteniéndose el reconocimiento público de las principales figuras de la época.[1]
Al término de su gestión y cumpliendo con el Pacto arribado entre los partidos Liberal y Autonomista, coincidieron en votar una fórmula común para gobernador y vicegobernador, recayendo las postulaciones en las personas de los Dres. Mariano I. Loza y Eugenio E. Breard, produciéndose en consecuencia la alternancia, pues el candidato a gobernador pertenecía a las filas de los primeros y el vice a las de los segundos. Sus ministros representaron también a los dos partidos: el Dr. Justino I. Solari, autonomista y el Profesor Manuel A. Bermúdez, liberal.
El gobierno se inició con los mejores auspicios cumpliéndose fielmente las condiciones de cogobierno pactadas, pero a poco de andar comenzaron a producirse enfrentamientos que iniciarían una era conflictiva, no solo entre los dos partidos gobernantes, sino en lo interno de cada una de sus filas.
En la opinión del Dr. Gómez, al que sigue fielmente el historiador Antonio Emilio Castello, durante la gestión de Loza resultó negativa para la unidad de los partidos la influencia del ministro Bermúdez que llegó a convertirse prácticamente, al decir de los autores citados, en el verdadero gobernador de la provincia. Su táctica para imponerse consistió en enfrentar a las tendencias en que se dividía el liberalismo, olvidando que el gobierno en que revestía había surgido como una solución de compromiso dentro de su propio partido.
Además, su accionar se dirigió en contra del sector autonomista que seguía las inspiraciones del Dr. Vidal, al extremo de conseguir la ruptura de esta agrupación, que quedó dividida en dos fracciones.
Una de ellas, inspirada por el vicegobernador Breard y el ministro Solari, se denominó a si misma como Autonomista de Principios, mientras que el resto del partido se denominó Autonomista de Tradición, y se mantuvo dentro de la disciplina del Dr. Vidal.
Consecuencia de esta política, a todas luces equivocada, resultó que dos grandes sectores del Partido Liberal se alejaran de sus filas, incorporándose al todavía incipiente Partido Radical de la provincia. Así, en Julio de 1914, un grupo disidente liberal que estaba presidido por el Dr. Ernesto E. Esquer, resolvió adherir a aquella fuerza entendiendo que era ella la que en el orden nacional representaba el verdadero espíritu del liberalismo.[2] El otro sector, llamado "morista", pues respondía a las inspiraciones del Dr. Manuel Mora y Araujo, resolvió su incorporación al radicalismo a fines del año 1915.[3] En el autonomismo, además de la división a que hemos hecho referencia, se producía la deserción del importante caudillo del sur de la provincia el señor Juan P. Acosta, con muchos de sus amigos de los departamento de Curuzú Cuatiá y Mercedes.
A partir de la notoria discriminación que se hacía con elementos autonomistas, los legisladores que respondían a la línea del Dr. Vidal, a los que se agregaron otros legisladores de origen liberal, luego inclinados al radicalismo, dejaron de apoyar al gobierno que, a partir de entonces, no contó con mayoría en las Cámaras y su accionar se fue diluyendo a medida que transcurría el tiempo.
En febrero de 1916, al haberse excedido el gobernador Loza del plazo concedido para ausentarse de la provincia, la Asamblea Legislativa resolvió declararlo cesante, decisión que no fue acatada por el gobernador y determinando a la Legislatura a pedir la Intervención Federal. Ese mismo manejo de las mayorías en las Cámaras determinaron que los sectores opositores unidos, radicalismo, liberales disidentes y autonomistas, coincidieran en la elección del primer Senador Nacional del radicalismo en la persona del Dr. Pedro Numa Soto, con desmedro del candidato oficial..[4]
El gobierno del Dr. Loza, con lo que restaba del Partido Liberal y el Autonomismo de Principios liderado por el vicegobernador Breard, congeniaron en las elecciones presidenciales de 1916 en apoyar la fórmula demócrata progresista de Lisandro de la Torre y Salvador Carbó, mientras que el Autonomismo de Tradición, consecuente con su posición conservadora, lo hacía a favor de la fórmula de esta agrupación del orden nacional, integrada por los señores Angel D. Rojas y Juan E. Serú.
Pero el gobierno de la Nación, en una tentativa de asegurarse los electores correntinos, dispuso en el mes de Marzo de 1916 la intervención federal a la provincia, por lo que el oficialismo dando un brusco giro de timón, dispuso que los electores que había logrado en las elecciones del 2 de abril se inclinaran presurosos hacia la fórmula conservadora. No menos rápidamente, en junio de ese mismo año, el Interventor Federal, cumpliendo instrucciones presidenciales repuso en su puesto al gobernador Loza.
Pero los votos no le alcanzaron a la fórmula conservadora y triunfó la sostenida por el radicalismo, en la persona de los Dres. Hipólito Yrigoyen y Pelagio B. Luna, lo cual dejaba ampliamente descolocado al gobierno correntino con relación al orden nacional.
En las elecciones provinciales convocadas para la renovación de las Cámaras de Senadores y de Diputados, sólo se presentó el oficialismo, ya que los partidos opositores radicales y autonomistas de tradición, se habían declarado en la abstención total, situación que volvió a repetirse en las elecciones de gobernador, con una pobre concurrencia de votantes. Huérfano de apoyos, al gobierno provincial no le quedó más remedio que pedir la Intervención Federal que, seguramente en forma gustosa, la dispuso el presidente Yrigoyen, ya en ejercicio del Poder Ejecutivo Nacional por decreto del 23 de noviembre de 1917.

La Intervención Federal.
Según lo manifiesta Joaquín Rubianes en su libro "La Restauración Constitucional"[5] esta Intervención fue bárbara y aterrorizó durante dos años a la provincia sin conseguir doblegarla. El elemento radical comenzó a disfrutar anticipadamente las mieles de un triunfo que avizoraban seguro sobre la base del accionar político de "reparación" con que entendían estaría imbuido el Dr. Daniel Goitía.
Cabe señalar que el Interventor designado era un ex - magistrado judicial poco afecto a las presiones de cualquier tipo y menos aún las de carácter político y, como era de esperar, muy pronto chocaría con las presiones que los sectores radicales ejercían sobre su persona para lograr posiciones de gobierno que les permitieran manejar la provincia a su albedrío, a lo que se agregaba el enfrentamiento interno dentro del propio partido radical. Por ello, no sorprendió que el Dr. Goitía presentara su renuncia muy poco tiempo después, asumiendo en forma interina su Ministro de Hacienda el Dr. Juan Z. Agüero Vera. Este funcionario inició una fuerte ofensiva contra los partidos opositores, especialmente contra la Concentración Cívica, partido que había formado el gobernador Loza con una parte del viejo Partido Liberal, una fracción del Partido Autonomista, llamada de Principios, orientado por el ex - vicegobernador Eugenio E. Breard y el ex - ministro Dr. Justino I. Solari, algunos radicales disidentes, y ciudadanos independientes.
Sectores políticos e independientes afectados por las medidas adoptadas por este funcionario, hicieron llegar a la presidencia de la Nación sus quejas de manera tan contundente que el Primer Mandatario no tuvo más remedio que designar a un nuevo interventor federal recayendo en la persona del Dr. José M. Giufra. Le tocó a este funcionario presidir las elecciones de Diputados Nacionales llevadas a cabo en el año 1918, de la que participaron la Concentración Cívica que logró la mayoría consagrando a los dirigentes liberales Manuel A. Bermúdez, Evaristo Pérez Virasoro y al autonomista de principios Eugenio E. Breard, y el Partido Radical que seguía las inspiraciones del Coronel Angel S. Blanco, que debió conformarse con la minoría, consagrando al Dr. José Antonio González. Se presento tambien un sector disidente del radicalismo que no pudo lograr representación.
A partir de ese momento la Intervención Federal dedicó todos sus esfuerzos a tratar de armonizar los sectores radicales enfrentados, como única posibilidad de obtener en un futuro inmediato los electores necesarios para consagrar la fórmula gubernativa de los comicios que debían llevarse a cabo el año siguiente.

Las elecciones gubernativas.
El 6 de abril de 1919 se llevaron a cabo las elecciones de Electores de Gobernador y Vice, en medio de un gran despliegue efectuado por el oficialismo, pero sin poder concretar la unidad tan buscada de las fuerzas radicales, pese a las presiones de todo tipo que se pusieron de manifiesto desde la máxima conducción partidaria.
Las fuerzas que concurrieron a disputar el comicio fueron la Concentración Cívica, que llevaba como candidatos a gobernador y vice a los Dres. Leopoldo Sosa y Ramón Díaz de Vivar, ambos liberales, con lo que marginaban la tradicional alternancia con un autonomista; el Partido Radical llevaba como candidatos al mítico "Coronel" Angel S. Blanco acompañado de su gran amigo el señor Mariano Madariaga y los radicales llamados "disidentes" sostenían la fórmula Miguel Sussini - J. Hortensio Quijano.
Los otros dos partidos participantes no habían consagrado fórmula y se limitaron a elegir candidatos a Electores, que contaban por ello con absoluta libertad para decidir su voto a favor de las personas que consideraran más convenientes para el progreso y bienestar la de la provincia.
Realizados los comicios que incluyeron además la elección de la totalidad de los senadores (13) y diputados (26), los resultados fueron los siguientes:
Electores:
1ª Sección Electoral. (8 electores)
Autonomistas 2.657; 1 elector por cuociente; C. Cívica: 5.839, 2 por cuociente y 1 por residuo; Radicales: 5.626 2 por cuociente; Disidentes 3.564. 1 cuociente y 1 por residuo. Total de votos de la Sección: 17.686.
2ª Sección Electoral: (9 electores)
Autonomistas: 2.621: 2 por cuociente. C. Cívica 2.852 2 por cuociente ; Radicales 3.9 26. Tres por cuociente. Disidentes: 1.003. 1 por residuo y Liberales de Tradición: 640 l por residuo. Total de votos de la sección 11.042
3ª Sección Electoral (9 electores)
Autonomistas: 3.527. 2 por cuociente. C. Cívica 5.013. 3 por cuociente. Radicales 4.867 2 por cuociente y 1 por residuo. Disidentes: 1.492 l por residuo.

Diputados:
1ª Sección. La distribución es la misma. Autonomistas:1; C.Cívica 3; Radicales -2 y Disidentes: 2
2ª Sección. Distribución: Autonomistas: 2 C. Cívica: 2; Radicales: 3: Disidentes: 1; Liberales de Tradición:1.
3ª. Sección: Distribución: Autonomistas:2; C. Cívica :3; Radicales: 3; Disidentes: 1

Senadores.
1ª Sección: (4 senadores)
Autonomistas: 3.982 1 senador por cociente; C. Cívica: 4.227 1 por cociente; Radicalismo: 4.460 1 por cociente y los disidentes: 1.877 1 por residuo.
2ª Sección (5 senadores)
Autonomistas: 2.431 1 por residuo. C. Cívica: 5.223 1 por cociente. Radicales 5.836 1 por cociente y 1 por residuo. Disidentes: 1 por residuo.
3ª Sección: ( 4 senadores)
Autonomistas: 2.567 1 por residuo; C. Cívica: 4.137 1 por cociente y 1 por residuo : Radicales: 4.101 1 por cociente y Disidentes no lograron ninguno.

RESUMEN: Autonomistas: 5 electores, 5 diputados y 3 senadores; Concentración Cívica: 8 electores, 8 diputados y 4 senadores, Radicales: 8 electores, 8 diputados y 4 senadores. Disidentes 4 electores, 4 diputados y dos senadores. Liberal de Tradición: 1 elector y 1 diputado.

El sistema electoral.
En 1913 se había reformado la Constitución provincial adoptándose disposiciones en materia de "Régimen Electoral" entre ellas la del artículo 36 que establecía que "el sistema de la representación proporcional rige para todas las elecciones populares" a lo que se agregaba el procedimiento para la elección de gobernador y vice que era el de segundo grado. Es decir que el pueblo debía elegir Electores y éstos, a su vez, reunidos en Colegio Electoral debía elegir las personas que se desempeñarían en tal carácter.
La elección de tales funcionarios debía hacerse por mayoría absoluta del cuerpo que contaba con 26 integrantes, es decir que para consagrar gobernador se necesitaban por lo menos 14 votos a favor de una determinada persona.
Si en una primera votación no se lograba este número de votos, debía realizarse una segunda votación, pero en este caso, la elección debía contraerse a las dos personas que en la primera hubiesen logrado mayor número de votos. En caso de empate, se repetiría la votación y si resultara un nuevo empate, decidirá el Presidente del Colegio Electoral, siempre que con su voto hubiere de hacer mayoría absoluta a favor del candidato a quien lo dé.
Podía ocurrir, sin embargo, que en la primera votación la mayoría hubiese cabido a más de dos personas, de entre ellas se sortearán dos y se repetirá la votación contrayéndose a éstas solamente, decidiendo el Presidente en caso de empate.
La norma preveía, además, que en el caso anterior la primera mayoría hubiera cabido a una sola persona y la segunda a dos o más, de estas últimas se sorteará una y en seguida se repetirá la votación contrayéndose a ésta y a la que hubiere obtenido la primera mayoría, decidiendo también el Presidente en caso de empate.
En la misma forma se debía proceder respecto del vicegobernador, realizándose la elección de cada uno separadamente.[6]
Como se advierte con la lectura del procedimiento electoral de segundo grado y, atendiendo a los resultados obtenidos en los comicios, en los que ninguna fuerza contaba con la mayoría absoluta exigida constitucionalmente, las conjeturas acerca del resultado eran materia de permanente análisis y, en tal sentido, la ciudadanía se preguntaba y reflexionaba acerca del posible resultado final. Las posibilidades que parecieran darse eran las siguientes: Producida la primer votación podía ocurrir que los electores autonomistas (5) sufragaran por los "radicales disidentes" y que entonces sean nueve; contra nueve que obtendría la Concentración Cívica con el Liberal. Si no lograba ese apoyo del Liberal de Tradición, quedaba con 8 electores y 8 tenían los radicales de Blanco. Si se hacía el sorteo entre Sosa y Blanco, las dos minorías y resultaba excluido Blanco, por quien votarían los radicales ? Por Sussini, o por Sosa ? Si resultaba excluido Sosa, por quien votaban los de la Concentración Cívica: Por Blanco ? Por Sussini; ? En esta segunda votación, por quien votarían los autonomistas ? Por Sussini, Blanco o Sosa ? Que haría el elector liberal de tradición ? Vota en la primera con Sosa, para que este sume 9 y el sorteo se reduzca a Sosa y Sussini, que pudiera tener 9 con los votos autonomistas., descartándose a Blanco que con 8 sería minoría ?
Como se ve las situaciones eran variadas , inciertas y difíciles., a lo que se agrega la posibilidad de que un elector no quiera votar en la segunda vuelta.

La situación político partidaria.
Se había arribado a esta elección de gobernador y vicegobernador con un serio enfrentamiento entre los partidos.
El que mayores votos había obtenido, el radicalismo "irigoyenista" o "blanquista" como era conocido en la provincia, por el apellido de su líder y candidato el Coronel Blanco, sufría las consecuencias de un crecimiento exagerado por las nuevas adhesiones producidas fundamentalmente en razón de los triunfos que se iban sucediendo en las provincias y finalmente en el orden nacional, encolumnados tras la figura del Dr. Hipólito Yrigoyen.
Pese a tal circunstancia un sector significativo de ese mismo radicalismo adoptaba una posición "impersonalista", contraria a la conducción oficial y que ya se había venido manifestando desde prácticamente los orígenes del radicalismo. Ambos sectores radicales buscaron el apoyo de la Intervención Federal, pero sin que esta lograra unificarlas.
El Partido Concentración Cívica, gestado durante el gobierno de Loza, había generado, como reacción a las persecuciones de que fueron objeto en aquella gestión, un fuerte enfrentamiento con sectores del autonomismo y del liberalismo.
Precisamente, a raíz de la situación apuntada, actuaban por separado los Autonomistas de Tradición del Dr. Juan Ramón Vidal y los Liberales de Tradición, inspirados en los Dres. Adolfo Contte y Eulogio C. Cabral.
Se sabía que los radicales jugaban con la posición de intransigencia y esperaban, en todo caso, con que los demás partidos terminaran votando a su candidato, para asegurar un gobierno en sintonía con el del orden nacional; los radicales disidentes no estaban dispuestos a votarlos y habían entrado en conversaciones con los autonomistas; los liberales de tradición esperaban un arreglo de los sectores "conservadores", pero sobre la base de encabezar la fórmula con una figura de su elenco; los liberales de tradición no estaban dispuestos a votar a sus hermanos de Concentración Cívica pues los consideraban que habían conspirado ostensiblemente contra la existencia del Partido Liberal.
Un suceso, absolutamente inesperado y penoso, la muerte del candidato radical D. Angel S. Blanco, pocos días antes de la reunión del Colegio Electoral vino a traer un nuevo factor de incertidumbre a las ya inquietas expectativas correntinas. Una Convención reunida rápidamente consagró como candidato al señor Mariano Madariaga agregando a la fórmula la persona del señor Augusto Abelenda.

En busca de soluciones.
Tan pronto fueron conocidos los guarismos electorales y la imposibilidad de que ninguna de las fuerzas pudiera consagrar por si sola a los nuevos gobernantes, comenzaron las gestiones y cabildeos de todo tipo, no sólo en la provincia sino también en las altas esferas políticas nacionales. Para unos y para otros, Corrientes debía dar un ejemplo. Claro está que según la óptica de cada uno, variaba la imagen acerca de cómo debía ser ese ejemplo.
El 10 de Junio, se reunió la Convención de la Concentración Cívica en el Café Buenos Aires, eligiendo presidente a Américo Baibiene de Goya y vice Eugenio E. Breard de Ctes. Se nombró una comisión para ponerse al habla con los otros partidos conservadores, formada por los señores Erasmo Martínez, Dr. Fermín Alsina, A. Costaguta y Dres. Mohando y Baibiene. El ambiente de la C. Cívica fue de gran actividad: un grupo deseaba ir al sacrificio con la fórmula Sosa-Diaz de Vivar, para que el Partido se sanee en la esterilidad del llano y bajo el látigo del gobierno blanquista. Otros anhelaban, en cambio, una coincidencia con las demás fuerzas conservadoras. Entre los primeros la mayoría actuaba sobre la base de que los demás electores conservadores no votarían al Coronel Blanco, mientras que otros sabían que, así como esas fuerzas hicieron senador nacional al Dr. Pedro Numa Soto (radical), se hará gobernador a quien les convenga para castigar la unilateralidad del criterio político de la Concentración Cívica. Y otros entendían que el problema político debía considerarse desde un punto de vista elevado, sin criterio de reparto o de distribución y que el gobernador en que se coincida debía tener absoluta libertad de acción. La tendencia a cuadrarse con la fórmula y suicidarse pertenecía a los hombres de Mercedes representados por D. Erasmo Martínez y A. Costaguta y la postura de dar soluciones amplias pero con gobernador de la Concentración Cívica y libertad de acción para el mismo se encontraba encarnada en los delegados de Goya, presididos por el señor Américo Baibiene.
La asamblea de delegados de C. Cívica resolvió por 45 votos contra 27 llegar a un acuerdo con las demás fuerzas conservadoras de la provincia.
Se habían realizado además consultas entre dirigentes partidarios. Una de ellas en los salones del Club Social en la que se dijo, según la opinión sostenida por algunos, que debía elegirse a un radical, única manera de formar un gobierno estable; otros pensaban que no era así, que había hombres en otros partidos que reunían las condiciones necesarias y que el candidato debía surgir de los partidos del acuerdo. Estas declaraciones las oyeron las personas asistentes entre ellos los Dres.Juan Ramón Vidal, Eduardo Díaz Colodrero, Felipe C. Solari, Ramón Díaz de Vivar, José E. Robert, Justino Solari, Adolfo Contte; Adolfo Mohando y los señores Manuel V. Molina ; Edmundo Resoagli y Evaristo Pérez Virasoro.

El sorteo de los electos.
De acuerdo con el sistema electoral vigente, los partidos presentaban lista de tantos candidatos como cargos a elegirse y luego, una vez conocida la adjudicación de bancas a cada uno de ellos, debía procederse al sorteo para determinar a quienes de tales listas les correspondería asumir la representación de cada uno de los partidos. Es decir un procedimiento distinto al usado en la actualidad en que el orden de colocación de las listas "sabanas" determina el orden de adjudicación de las bancas.
Existía una cierta prevención contra el sorteo, dado que se tenía la sospecha de que las tradicionales "bolillas" de madera eran sumergidas en agua, lo cual las "hinchaba", haciéndose esta operación respecto de aquellas personas que se deseaba no salieran sorteados. Obviamente, al aumentarse su tamaño resultaba difícil que pudieran pasar por la salida del "bolillero".
El 17 de junio debía realizarse el sorteo de los diputados, senadores y electores, de las listas hasta la representación conseguida por cada partido, y en previsión de que se volviera a recurrir a aquellos procedimientos, se resolvió usar un juego de bolillas de marfil que perteneció a la Cámara de Senadores, bolillas exactas que jugaran en un tambor de madera cedido por el Colegio Nacional. Las bolillas fueron pesadas por el Secretario de la Junta señor Barrientos y el auxiliar señor Pellegrini, en las balanzas de la farmacia del señor Ocanto y en la Joyería del señor M. A. Amico. En ambos aparatos ellas demostraron ser exactamente las unas a las otras, salvo diferencias nimias de centigramos que no se tomaron en cuenta.
Realizado el sorteo, la adjudicación de bancas para los electores fue la siguiente:
1ª. Sección: Autonomistas Alberto D. Díaz Colodrero; C. Cívica: Mariano I. Loza; Nemesio Loza; Angel Urturi; Radicales: Reinaldo F. Marin; y Claudio Cancelo; Disidentes: Nicolás Beltrán y Luis Vanasco.
2ª. Sección. Autonomista: Rafael M. Lubary; y Mariano Prado; C. Cívica: Marco M. Costa y Joaquín. G. Gómez; Radicales: Juan B. Fleitas; Pedro. Díaz de Vivar y Martin G. y Herrera; Disidentes: Pedro T. Sánchez ; Liberal de Tradición: Eulogio C. Cabral.
3ª. Sección: Autonomista: José Gil, Tomás Ubeda; C. Cívica: Juan .J. Ortiz, Emiliano. Montiel y Augusto Costaguta; Radicales Luis Barbará, Eduardo Fernández y Julio G. Guastavino; Disidentes: Antonio M. Grosso.

Las gestiones a nivel nacional.
Frente a la arrolladora actividad del radicalismo que iba conquistando posiciones en las provincias, por la natural gravitación presidencial o por medio de las intervenciones federales "reparadoras" afirmando la doctrina de que las autonomías de las provincias son para los pueblos y no para los gobiernos, los sectores conservadores del orden nacional deseaban mantener a toda costa la situación de la provincia de Corrientes dentro del grupo de provincias no subyugadas al poder central.
De allí que se movieran influencias cerca de las principales figuras de las tradicionales fuerzas conservadoras de la provincia, los partidos Autonomista, Liberal y Concentración Cívica, máxime que había tomado estado público un presunto plan del gobierno nacional en el sentido de que de no llegarse a una segunda vuelta por no votar algunos electores, el presidente de la Nación declararía imposible reorganizar las instituciones correntinas de acuerdo con las leyes provinciales, por lo cual decretaría la aplicación del sistema electoral de la Nación de lista incompleta, y como la mayoría electoral de sufragios le correspondía a la Unión Cívica Radical "blanquista" según el último escrutinio, le darían el triunfo a su fórmula.
La llegada del Senador Vidal a Buenos Aires. fue el comentario de todos los círculos políticos. el viaje confirmaría la versión de que el pleito correntino iba a solucionarse allí, donde los dirigentes políticos habían buscado un escenario alejado de los intereses que presionaban y dificultaban todo arreglo en la Capital de la provincia. El Senador Vidal mantuvo una extensa conferencia con el Senador Benito Villanueva, vicepresidente 1º del Senado a cargo de la Vicepresidencia de la Nación por fallecimiento del Dr. Pelagio B. Luna, y con otras importantes figuras del escenario nacional Trascendieron posteriormente las conversaciones mantenidas en aquella oportunidad: reunidos con los señores Evaristo Pérez Virasoro, Manuel Bermúdez y el Dr. Vidal con la asistencia del Dr. Villanueva, se convino en que cada una de las partes eligiera dos personas y que de estas cuatro se individualizaría a dos, que serían gobernador y vice de la provincia, en el orden que dos comisiones que ambos partidos organizarían, indicasen por mayoría de votos. El Dr. Vidal eligió al Dr. Delfino Pacheco y al Dr. José E. Robert, ambos liberales de la C. Cívica y los señores Pérez Virasoro y Bermúdez señalaron a los señores Romilio Llanos y Edmundo Resoagli. Como el señor Pérez Virasoro arguyese que el Dr.Pacheco estaba enfermo y no aceptaba la candidatura, quedó en pie por parte de los autonomistas la personalidad del Dr. Robert, ciudadano aceptado por todos. Por su parte los representantes de la C. Cívica dejaron en pie el nombre del señor Resoagli. Los términos del problema no salían del binomio Robert-Resoagli o Resoagli-Robert. El Dr. Villanueva pidió que suscribiesen un compromiso, y los señores Bermudez y Pérez Virasoro, dijeron que tenían algunas dificultades en su partido. Por ello los conservadores de Buenos Aires enviaron como delegado al Dr. Rodolfo Moreno (h) para que incitase a la C. Cívica a cumplir lo pactado.
El Dr. Moreno vino a Corrientes y el Dr. Villanueva telegrafió a lo más expectable de la Concentración Cívica residentes en Buenos Aires, pidiéndoles que bajasen a Corrientes, entre ellos fue citado el Dr. Benigno Martínez.. La primera resolución de ese partido fue invitar a una reunión de sus electores. El Dr. Moreno tomó la palabra e invocando la representación que ejercía, pedía que los electores aceptasen el acuerdo o la coincidencia a que se había llegado; les expuso la situación del país, que los conservadores estaban en la oposición en todas las provincias y entonces era necesario a la política de Corrientes que se uniesen las tendencias a los fines de lograr una situación conservadora. La palabra del Dr. Moreno fue escuchada en silencio y usaron luego de la palabra el señor Augusto Costaguta, y el señor Nemesio Loza, del vecino pueblo de Empedrado. El señor Loza, concretó el pensamiento de los delegados pidiendo al Dr. Moreno resolviese un problema de conciencia, de que habiendo sido él y los demás electores designados para sufragar una fórmula, como podían cambiarla sin claudicar del mandato. El Dr. Moreno dijo que los electores habían recibido ese mandato pero que solo podían cumplirlo si el Partido hubiese logrado los 14 electores necesarios, y habiendo logrado sino 8 no estaba en la mente del electorado que estos 8 llevaran a la ruina al Partido. Al terminar la reunión quedó en pié el problema de conciencia. El Dr. Moreno dio cuenta al Dr. Vidal de los sucesos y dio por terminada su gestión, embarcándose de regreso a la Capital Federal.
Por el lado radical el deceso del Coronel Blanco había traído una seria preocupación. Varias figuras se perfilaron para sucederlo y a tal efecto de reunió su Convención. Una de las que contaban con buen auspicio era la figura del Dr. Manuel Mora y Araujo, lo que abría la perspectiva de un entendimiento con el Dr. Vidal, habida cuenta de que aquel había sido su ministro en la gestión culminada en 1913, y habían llevado una política de coincidencia opositora contra el gobierno del Dr. Mariano I. Loza. Pero la asamblea radical eligió candidato a gobernador al señor Mariano Madariaga acompañándolo en la fórmula el señor Augusto Abelenda.[7]
La cerrada negativa de Concentración Cívica a aceptar el temperamento acordado en Buenos Aires, hizo desistir al Partido Autonomista de las tratativas y su Junta de Gobierno resolvió proclamar fórmula propia que se integró con el señor Edmundo Resoagli y el Dr. Pedro Díaz Colodrero.
Mientras tanto se producía otra novedad consistente en la renuncia a su candidatura por parte del Dr. Miguel Sussini, para que los electores radicales disidentes votaran en segunda vuelta a la formula Madariaga - Abelenda y en el entendimiento de que existiría alguna posibilidad de arribar a un acuerdo con los autonomistas del Dr. Vidal. Se habló incluso del ofrecimiento de magistraturas judiciales.
Una de las últimas tentativas de acercamiento con la Concentración Cívica estuvo dado por una conferencia llevada a cabo en el domicilio del señor Resoagli, entre el Dr. Mariano I. Loza y el Dr. Vidal, concretada tras la intermediación del Dr. Justino I. Solari, ex - ministro de Loza y organizador del Autonomismo de Principios que enfrentó a Vidal. Las versiones señalaban que Loza habría insistido con un primer término de Concentración Cívica y Vidal se había aferrado a lo convenido en Buenos Aires.

El Colegio Electoral elige al Dr. Adolfo Contte.
Llegó por fin el día 10 de julio, fecha fijada por la Intervención para reunirse el Colegio Electoral. Desde las primeras horas de la mañana la Legislatura fue objeto de una enorme afluencia de público. Alrededor de las 10 y media de la mañana arribaron al recinto los primeros electores, que pertenecían a la Concentración Cívica., haciéndolo en grupos, luego de haberse reunido al efecto en el Estudio del Dr. Justino. I. Solari. Los electores autonomistas y la Junta del Partido , desde las 9 y media se encontraban en el Club Social y casi a la misma hora que los anteriores penetraron en el recinto. Los electores de la Concentración Cívica se ubicaron a la derecha y los autonomistas en el centro. Minutos después entró el elector señor Cabral ubicándose tambien en el centro. Después de un cuarto de hora de espera llegaron los electores radicales en forma simultánea los de la fórmula Madariaga y los del Dr. Sussini. El elector radical señor Goitia no llegaba, pues se había vuelto a su domicilio a buscar su diploma. Los radicales ocuparon las bancas de la izquierda.
A las 11 menos cuarto ocupó la presidencia el Ministro General Dr.Villegas Basavilbaso, quien era Presidente de la Junta Electoral. Dijo el Ministro que cumpliendo con lo dispuesto por el señor Interventor ocupaba en ese momento el lugar de la presidencia para recoger el voto de los señores electores, para elegir las autoridades del Colegio. Formó una Comisión integrada por el señor A. Díaz Colodrero, (autonomista) Joaquín Gómez (C. Cívica) y Dr. J. B. Fleitas (Radical). Fue el primero en votar el señor Marin, elector radical, que sufragó por el Dr. Guastavino, iniciándose a continuación los votos conservadores del señor Lubary (autonomista), por el señor Eulogio C. Cabral y la votación siguió nominalmente con el siguiente resultado: Por el señor Cabral los electores Lubary, Díaz Colodrero, Ubeda, Gil, Bravo, Loza, N. Urturi, Costa, Gómez, Ortiz, Montiel, Costaguta, Loza. M.I.; por el señor Guastavino votaron los señores Marin, Cancelo, Díaz de Vivar, Herrera, Fleitas y Fernández. Por el señor Marin, Guastavino. Por el señor Vanasco, los señores Goitia y P.T. Sánchez. Por el Dr. Goitia el señor Vanasco. Por el Dr. Loza el señor Cabral. Se declaró presidente al señor Eulogio C. Cabral. Por 13 votos. Contra 7 de Guastavino, 3 de Vanasco y 1 de Loza, Marin y Goitia. Luego de discutirse acerca de si la presidencia era o no provisoria, con autorización de la Asamblea se designó Secretario al elector señor Lubary. Esto preanunciaba el acuerdo liberal autonomista, pero sin saberse el destinatario de los votos.
A propuesta del señor Marin la asamblea entendió por unanimidad que la designación era provisoria. El presidente señor Cabral, dijo que correspondia la designación de una Comisión de poderes. Facultada la presidencia designó a los electores Marin (Radical), Díaz Colodrero (Autonomista) y Montiel ( C. Cívica.) Los comentarios se sucedían mientras la Comisión de Poderes deliberaba en antesalas. Se planteó una denuncia acerca de la nacionalidad del señor N. Loza (C.Civica) de Empedrado. Y tambien se arguyeron circunstancias análogas sobre los electores Barbará (radical) y Goitia (disidente). Otros electores plantearon la situación del señor Marín que era empleado administrativo de la Nación y que de acuerdo al art. 52 de la Constitución no podía desempeñarse como elector. Se pidió pasar a cuarto intermedio, el cual fue cuestionado pero finalmente prevaleció el criterio por trece votos contra doce. El señor Marin y el Dr. Sánchez votaron por la negativa. Los radicales y disidentes votaron juntos, haciendo presumir la existencia de un acuerdo a llevarse a cabo en la segunda vuelta.
La Comisión de Poderes se reunió y pidió al Juzgado Federal la remisión de los padrones donde se determina la inscripción como ciudadanos.
Pasadas las 16 horas comenzaron a reunirse los electores en el local de la Legislatura y la Comisión de Poderes presentó su despacho aconsejando la aprobación de todos los diplomas presentados, lo cual fue votado favorablemente. Se procedió luego a la elección de la Mesa Directiva en forma definitiva, confirmándose los resultados de la elección provisoria y, de la misma manera, la elección del Secretario.
La votación para elegir al Gobernador fue nominal y en alta voz. Lo hicieron en primer término los radicales: ocho votos para el señor Madariaga y en segundo término los disidentes que votaron en favor del Dr. Sussini, con cuatro votos. El recuento de los votos se comenzó por la izquierda, en la que radicales de ambos sectores ocupaban las bancas de la segunda fila.
Pasaron luego a producirse los votos de los electores del centro, donde se encontraban situados en primer término cuatro electores autonomistas y detrás dos de la Concentración. Cívica, los Dres. Loza y Costa. El voto conservador se inició por éstos que sucesivamente votaron por el Dr. Contte.
Un rumor emocionante desde las galerías acogió el voto que importaba armonizar en un candidato fuera de la política extremista, rumor que se acentuó en algo como tonalidad de emoción cuando el primer elector autonomista señor Díaz Colodrero coincidió en el nombre del candidato.
Desde ese instante, mientras votaban los demás electores, la ansiedad publica siguió en aumento y en medio de vítores a los partidos conservadores y a la provincia, el señor Contte obtenía la mayoría absoluta de 14 votos y era proclamado gobernador por el Presidente del Colegio.
La decisión conservadora, tomada al filo de la elección, evidentemente sorprendió al sector radical que tenían a su vez preparada la estrategia para la segunda vuelta, en la seguridad de que sus adversarios no llegarían a un entendimiento.
Al terminar la votación el elector radical Dr. Guastavino tomó y reclamó en toda forma la palabra que le fue cedida recién después de proclamarse al Dr. Adolfo Contte como gobernador. Durante más de media hora significó su protesta por esta coincidencia de las fuerzas conservadoras, llamándola "una defraudación al electorado".
La elección de segundo grado se explica como un régimen legal en el que se aparta constitucionalmente al pueblo de las elecciones directas, precisamente para que un grupo de ciudadanos calificados resuelva y no la masa entusiasta e inorgánica. Y, precisamente, si el régimen electoral de Corrientes era el de la proporcionalidad las formulas eran, por definición, precarias, sujetas al equilibrio proporcional de las influencias partidarias.
El Dr. Guastavino, invocando el principismo del señor Presidente amenazó con que éste no entregaría el gobierno al nuevo gobernador y que reproduciría el caso de La Rioja. Luego de sus palabras y ante la evidencia de su derrota, los radicales "yrigoyenistas" se retiraron del recinto.
Los electores radicales del sector disidente no abandonaron el recinto ajustando su conducta al dogma de la democracia y de la Constitución correntina. No se alzaron contra la mayoría absoluta de la ley y continuaron en sus puestos.
Con la presencia de 18 electores se procedió a la elección del vicegobernador resultando electo el señor Edmundo Resoagli por 14 votos contra 4 del señor Quijano.
El historiador Dr. Hernán F. Gómez apunta que "mientras estos sucesos ocurrían en el palacio legislativo, el señor Resoagli -a quien el Dr. Vidal había comunicado la solución que se ejecutoriaba- visitaba al Dr. Contte. Completamente ajeno a su elección de gobernador, el futuro mandatario trabajaba en su retiro. La sorpresa por los informes recibidos, fue seguida de la visita, terminado el acto eleccionario, de los dirigentes autonomistas, quienes hicieron presente al electo que su designación se había producido sin compromiso político alguno, declaración confirmada poco después por los hombres de la Concentración Cívica".[8]

Las repercusiones de la elección.
Una vez conocido el resultado del Colegio Electoral el Partido Radical por medio de un boletín y por medio de su vocero invito a los correligionarios a reunirse en la Plaza 25 de Mayo para formar una columna y recorrer las calles en son de protesta. Desde las 19 y 30 empezaron a llamar por medio de bombas y a la hora fijada se formó una columna de unos 100 a 120 ciudadanos que recorrió varias calles. Al llegar a Pellegrini y San Juan hubo un serio incidente con las personas que en las puertas del Café Buenos Aires presenciaban el paso de la columna. Al pasar el Dr. Guastavino tuvo palabras fuertes contra las fuerzas conservadoras que fueron contestadas por los presentes. En la columna brillaron varios revolveres y cuchillos, pero mediante la intervención de la Policía el incidente no tuvo mayores consecuencias. Esta manifestación llego al punto de partida a las 23,30 hs.
Desde el momento mismo de la solución arribada en el Colegio Electoral el comentario general consideraba que ella había obedecido a la influencia efectiva del Dr. Vidal, que al coronar el pleito correntino con este éxito hacía que necesariamente repercutiera en la vida politica general del país.
El diario "La Nación" analizaba la elección realizada poniendo de relieve las condiciones sobresalientes de los candidatos, y la concurrencia del Dr. Vidal para llegar a esta solución. El diario terminaba el comentario diciendo "Celebremos en la solución correntina primeramente la vuelta a la normalidad de la provincia y entre todas las del país la más celosa de su autonomía y de su independencia, y luego el hecho de que los partidos hayan encontrado dentro de si mismo, con arreglo a las tendencias históricas, tradiciones e intereses propios, una solución democrática y perfectamente legal. En cuanto a lo que respecta a las personas la solución es digna de lo que representan hoy como de la dignidad que revestirán mañana."
El Partido Conservador de Buenos Aires que presidía el Dr. Rodolfo Moreno (h) envió una conceptuosa nota al Dr. Vidal donde le expresaba que "la Asamblea Extraordinaria del partido reunida el 12 de julio se había puesto de pie en honor de los hombres de Corrientes que han sabido en esta hora de crisis para la democracia argentina, deponer las preocupaciones y resolver lo que imponía el patriotismo. La misma asamblea, decía, me ha confiado el grato encargo de transmitirle los votos y los haga llegar a todos los correligionarios solidarizados en la acción y en el triunfo" Firmaban el Dr.. Rodolfo Moreno (h) Presidente; Adrián C. Escobar, Secretario General; Alberto Fonrouge, Alberto Moreno, Manuel A. Fresco, Luis M. Erro, Eduardo I. Miguez, Pedro Sánchez Echague y otros.
Por el lado radical se mencionaba como versión que la Intervención no entregaría el gobierno a la fórmula Contte-Resoagli. El Partido Radical, que protestara en la reunión del Colegio Electoral, presentó una nota a la Intervención Nacional anunciando que llevarían el caso ante el Dr. Yrigoyen. Con tal objeto se preparó un memorial y una comisión viajó en el tren directo de la noche hacia la Capital Federal para reproducirlo "in voce" ante el presidente de la Nación.
El diario "La Mañana" de la Capital Federal hacía referencia a que el radicalismo presidencialista originado en el dogma de la infabilidad de su jefe, no podía aceptar en silencio la derrota y ha debido dar la nota despechada del Dr. Guastavino protestando contra la unión de los conservadores, como si el partido Radical hubiera tenido cualquier probabilidad de triunfo que no se basara precisamente en un pacto y con los electores de agrupaciones agenas a su credo político. Dice después que "mientras creyó con cándido optimismo que los electores autonomistas podrían votar la fórmula radical habló de soluciones patrióticas; más aún, las gestionó; pero cuando vió fracasados sus planes encontró condenable que las fracciones del partido contrario se unieran entre si para obtener el triunfo".
Y terminaba diciendo que cabía señalar la actitud serena y patriótica del senador Vidal, al inclinar su fuerza electoral en contra del radicalismo. "Caudillo que domina una enorme masa electoral vinculada a su persona por la idea y por el afecto. El señor Vidal es amigo personal de cada uno de sus 10.000 partidarios, caso tal vez único en el país. La responsabilidad del mismo en la solución del problema era grande. No podía traicionar el afecto de sus partidarios entregándolos atados de pies y manos a la voracidad del adversario; no lo ha hecho y no pensó nunca en hacerlo. Por eso nosotros que no hemos estado siempre de su lado en otras fases de su actuación política, no podemos dejar de reconocer la rectitud de sus procedimientos y la nobleza de su inspiración patriótica. La actitud del pueblo de Corrientes ha sido, pues, franca y decididamente: no quiere ser radical y no lo será pese a las amenazas que el despecho pueda sugerir al oficialismo"
Un detalle que no dejó de llamar la atención fue el telegrama remitido al Dr. Adolfo Contte por el ex - interventor federal Dr. Daniel Goitía donde le expresaba que "es doblemente grata para él la buena nueva de la elección de gobernador de la provincia, cuyos altos destinos estarán garantizados por su inteligente acción y la rectitud de sus procederes y segundo porque esto implica el justo reconocimiento de sus méritos personales y de su destacada vida pública. Me alegraré que su asunción a la primera magistratura signifique para Corrientes la certidumbre de recuperar a corto plazo su tan menoscabada autonomía".

El final de las gestiones ante la presidencia de la Nación.
El 18 de julio el Presidente de la Nación recibió a la delegación radical integrada por los Dres. Julio G. Guastavino, José Antonio González, Juan B. Fleitas, Manuel Mora y Araujo, Luis G. Zervino y Amado Sosa, estos dos últimos pertenecientes al "disidentismo".
Expusieron al Primer Magistrado el proceso electoral de la provincia y le pidieron la anulación de lo resuelto por el Colegio Electoral, a lo que aquel les contestó, según trascendiera, que creía que la petición encuadraba en el ideal partidario, pero que la elección de Corrientes había sido perfectamente legal y que, por consiguiente, el Interventor Federal Dr. Giufra entregaría inmediatamente el gobierno a los candidatos triunfantes.
El diario "La Epoca", diario oficial del Partido Radical señalaba que dentro de los preceptos legales lo resuelto por el Cuerpo Electoral de Corrientes no tenía nada de objetable, pero vaticinaba que "nadie podrá remover el gran obstáculo que se presenta para el desarrollo de la acción del futuro gobierno, que era el producto de una combinación en la cual ha sido el primer sorprendido y burlado el electorado de Corrientes". Pero la realidad, al cabo de la gestión gubernativa, terminó demostrando lo desacertado del pronóstico.
La buena doctrina había prevalecido. De otra manera el presidente de la Nación habría tenido que reconocer la propia falencia en su elección, ya que en ella el señor Yrigoyen obtuvo la mayoría sobre la fórmula Rojas - Serú, con los votos de los electores disidentes de Santa Fe, que no solo eran contrarios a su nombre, sino que llevaban el mandato expreso de no votar al señor Yrigoyen, pero lo votaron. Y nadie discutió al presidente sus títulos, ni invocó esta rara teoría de los "cuasi contratos", sostenida ahora por sus correligionarios correntinos.
Se mencionaba tambien que el ex - gobernador de Corrientes Dr. José Miguel Guastavino, padre del actual elector e impugnante, fue electo en 1869, defraudando, según la novedosa teoría, al electorado, ya que entonces la opinión ciudadana estaba dividida en dos candidaturas que se votaron en los comicios: la del Dr. Juan Eusebio Torrent y la del Coronel Celestino Araujo, ninguna de las cuales llegó a sumar mayoría absoluta. Se impuso entonces la serenidad y se armonizaron voluntades eligiéndose al Dr. José Miguel Guastavino. Según la doctrina sostenida por su hijo, este ex gobernante sería de origen espúreo, reivindicando así al ex - vicegobernador Baibiene que al año lo derrocó. Tal la tesis radical que carecía de consistencia frente a las normas constitucionales vigentes.

Los nuevos mandatarios.
El día lunes 12 de agosto de 1919 asumían los nuevos mandatarios, y el poder era entregado al Dr. Contte por el interventor Dr. Giufra, en medio de la emoción que embargaba los espíritus que celebraban la feliz solución del pleito político correntino. Como lo expresa el historiador Antonio Emilio Castello, "ante la Asamblea Legislativa prestó juramento el Dr. Adolfo Contte para completar el período constitucional que había sido interrumpido por la intervención federal y vencía el 25 de diciembre de 1921. Su exaltación al poder significaba para las fuerzas conservadoras correntinas la esperanza de un régimen de concordia y el restablecimiento de la unidad y personalidad de los partidos tradicionales. Concretando esta política de armonía nombró en el Ministerio de Gobierno a un liberal alejado de las luchas políticas, residente en Buenos Aires, y jurista de nota el Dr. J. Honorio Silgueyra; y en el Ministerio de Hacienda al Dr. Domingo Danuzzo, autonomista, y como el anterior alejado de la política militante."[9]
El Dr. Adolfo Contte: Nació el 20 de enero de 1859. Descendiente de francés, su padre Don Pedro Contte, radicado en Corrientes en 1840, casado con Doña Francisca Solana Vera formó parte de la Legión Francesa, cuando el sitio de Montevideo y fue amigo fraternal del Gral. José María Paz, que allí conoció y del cual sus hijos conservaban gratísimos recuerdos. Curso sus estudios en el Colegio Nacional de Corrientes. Desde joven trabajó en política, en el tradicional Partido Liberal cuyo jefe era el tribuno Dr. Juan Eusebio Torrent. Abandono un poco la politica para cursar sus estudios universitarios en Buenos Aires, recibiéndose de abogado y doctor en jurisprudencia en 1887. Su tesis para doctorarse fue "Sobre nulidad de los actos jurídicos en el Derecho Civil". Fue diputado y senador provincial. Se desempeño en la Magistratura y en el profesorado. Asesor letrado de la Municipalidad de la Capital de Corrientes. Vocal del Consejo Superior de Educación. Procurador General de la Provincia. Ministro del Superior Tribunal de Justicia. Asesor Letrado del Territorio Nacional del Chaco y Fiscal de la Justicia del mismo territorio. Profesor de Historia en el Colegio Nacional de Corrientes y de Matemática en la Escuela Normal de Varones. Fue Convencional para la reforma de la Constitución de su provincia natal en 1913. En 1896 fue proclamado Diputado Nacional y fue reelegido en 1902 y 1906, 1910 y 1914, terminando su mandato en 1918. "Abogado de vastísima cultura, elegante, sereno, observador, templaba su gesto de severo pensador de parlamentarista y hombre de gobierno con una sonrisa aguda reveladora de su gran caudal de conocimiento en cuanto a hombres y sucesos se refiere, teniendo como cualidad sobresaliente la de ser, ante todo y sobre todo. un hombre bueno, sincero y patriota".
El señor Edmundo Resoagli: Nació en 1864 Era hijo de Don Luis Resoagli, de nacionalidad italiana, radicado en Corrientes hacia 1845 y de doña Julia Anselmo. Fue diputado y senador provincial por más de un período, intervino en primera línea en los procesos políticos de los últimos años. Tenía a su cargo una de las maravillas del industrialismo de aquella época: el Molino de la Industrial Paraguaya. Fue miembro del Concejo Deliberante de la ciudad Capital de la provincia. Era una figura de primera línea que honraba al partido cuya representación iba a ejercer en el gobierno y a la provincia que anhelaba de estos hombres sanos de espíritu y de conciencia al frente de sus destinos superiores. El señor Resoagli como el Dr. Contte, "constituyen la mejor garantía que puede pedirse al porvenir". "Es un hombre de progreso, patriotismo y lealtad y es también como una invocación de civismo. La perpendicular de su idoneidad, la virtud de su corazón hace paralelo con el otro consagrado de su partido y la opinión, el ex gobernador D. Juan Resoagli alma templada en los afectos y en la devoción de los intereses generales, los mismos atributos que hoy reviven en el electo como una promesa de ventura sobre las cenizas de la anarquía política"
Así se pronunciaban los diarios de la época.[10].

Conclusiones:
a) El Dr. Adolfo Contte no era candidato de su partido, el Liberal de Tradición.
b) Resultó elegido por la conjunción de catorce voluntades, representativas de tres partidos distintos, uno de los cuales era orientado por su relevante personalidad.
c) Esta decisión, tomada luego de intensas negociaciones, fue ejercida conforme a los preceptos constitucionales, en la inequívoca voluntad de dar a la provincia un gobierno afín a las convicciones e ideales de los partidos que exaltaron su figura, la que constituía una garantía de honestidad, bienestar y prosperidad para la provincia.-


CORRIENTES, octubre de 2002.










[1] En oportunidad de cesar su gobierno el Dr. Vidal recibió un artístico pergamino y una medalla de oro, expresándosele que "la provincia de Corrientes en evolución hacia destinos superiores, dentro de la comunidad nacional, puede ostentar con cívico orgullo los períodos históricos de 1886-1889 y 1909-1913 (ambos gobiernos de J.R. Vidal), en que sobreponiéndose a sus propias vicisitudes políticas, el ciudadano que rigió la tarea gubernamental en aquellos períodos, inició una era de concordia en la familia correntina, de progreso y bienestar general,...política que merece señalarse especialmente a la consideración de sus conciudadanos" firmando entre otros los señores Delfín Pacheco, A. E. Ramayon, Manuel V. Figueredo, Francisco M. Billordo, Manuel Mora y Araujo, J. Ortíz Pereira, S. Luque, Pedro Bonastre, Nicanor González, Manuel Bonastre, Ernesto Sánchez, Luis Peluffo, Onias Acosta, Evaristo Pérez Virasoro, Eduardo Díaz Colodrero, Eugenio Breard, Juan C. Guerreño, Justino I. Solari, Juan G. Beltran, Eugenio Balbastro, Marcos Costa, Juan Pedevilla, E. Batalla, Guillermo Rojas, Jorge Macfarquhar, Gustavo Gómez, Julio Dousset, Justo Silva, A. Marquez, José Antonio González, Federico Fernández serrano, Juan Gandulfo, Román Avalos Billinghurst, Ernesto Meabe, T. L. Díaz, Julio C. Rivero, Albino Arbo, Luciano Romero, Venancio Quijano, Rafael Martínez, Martín Abelenda, Ramón A. Beltrán, Mariano I. Loza, Manuel Echavarría, Astrolabio Godoy, Abel Delpiano y siguen la firmas. Como se advierte, figuras destacadas de la política y de sectores independientes, de gran prestigio en la provincia. Conf. Gómez, Hernán F. "Los Ultimos Sesenta Años de Democracia y Gobierno de la provincia de Corrientes" Pag. 248/249.
[2] Entre otras personalidades figuraban los Dres. Pedro T. Sánchez, José R. Amarilla, Julio G. Guastavino, Justo Díaz de Vivar, Carlos J. Benítez, Francisco A. Benítez, Martín Goitía, Mario A. Iglesias; Filomeno Goitía y los señores Eugenio Artaza, José Sussini, Arístides Olivieri, Adolfo Hayes, José Martínez Orlón, Coronel José María Gauna, José B. de la Vega, Natalio de J. Piragine, Pedro Alderete, José Ruiz Díaz, Marcial Goitia, y muchos otros. Conf. Herrera, Mario A. "El Coronel Blanco", pag. 338.
[3] Entre las personalidades que resolvieron su incorporación al radicalismo, además de Mora y Araujo, estaban los señores J. Bernardino Acosta, José Antonio González, Coronel Federico L. Garrido, David Mantilla, Joaquín del Piano, Roberto Martí, Desiderio Escobar, Héctor Araujo Vazquez, Manuel Ortíz Pereira, Carlos L. Poisson, Augusto Abelenda, Martín B de Elcoro, Antonio Mora y Araujo, Facundo Canevaro, José A. Lujambio, José León Guerrero, Federico L. Garrido (h), Antonio del Piano, Walterio Harvey Mariano Meabe, Francisco Barberán Aquino, Armando Esquivel, Luis Stalla, Agricol de Bianchetti y muchos otros. Conf. Herrera, Mario A. Op. Cit. pag. 353.
[4] Ver mi trabajo, "Dr. Pedro Numa Soto. Primer Senador Nacional Radical de Corrientes" (Contexto político de su elección), en Anales Nº 3 de la Junta de Historia de Corrientes - Año 2001 - pag.97
[5] RUBIANES, Joaquín. "La Restauración Constitucional", Buenos Aires, 1921. Citado por Romero Carranza, Rodríguez Varela y Ventura Flores Piran, "Historia Política de la Argentina" Ediciones Pannedile, Buenos Aires 1975, pag. 528.
[6] RECOPILACION DE CONSTITUCIONES DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES. Edición Oficial. Imprenta del Estado. Corrientes, 1921. Constitución de 1913. Capítulo II. De la forma y del tiempo en que debe hacerse la elección de Gobernador y Vice Gobernador. Arts. 108 a 124. Pags. 242 a 246.
[7] La Asamblea del P. Radical quedó constituida con los siguientes convencionales:
Capital: Dres. J.B. Acosta y Ricardo Andreau; Empedrado: R. Riquelme y Natalio Piragini; Bella Vista: Jose R. Furnelio; Lavalle: Mario A. Sellares; Goya; Dr. Mora y Araujo; Esquina Dr. Carlos J. Benítez; Sauce: Dr. Juan B. Fletas; Monte Caseros: Samuel I. Fernandez, y Mario A. Herrera; P. Libres: Cayetano Ojeda y Carlos A. Issler; La Cruz: Guillermo Vallejos; La Cruz: Antonio E. Fernández; Santo Tome Dr. Fernando A. Andreau; Ituzaingó: Dr. Martin A. Abelenda; San Miguel: Román Avalos Billinghurst; Loreto Dr. Victor G. Benítez; Berón de Astrada Dr. José Antonio González; Itatí: Joaquií del Piano; San Cosme: Desiderio Escobar; San Luis: Jose F. Benítez y Blas B. de la Vega; Mburucuyá: Vicente Aromi y Juan Usset; Gral. Paz: Dr. Francisco A. Benítez y Fernando R. López; Concepción: Urbano Díaz de Vivar y Agricol de Bianchetti; Saladas: Dr.Eduardo Fernández y J. A. Cipriano Albisu. Nueve de Julio: Pedro Mora y Araujo; Mercedes: Saturnino Madariaga y Dr. Luis Barbará. Curuzú Cuatia: Gregorio F. Araujo y Nicanor Cáceres.
Fue electo presidente de la Asamblea el Dr. Manuel Mora y Araujo. Secretarios: Mario A. Herrera y Dr. J. A. González.
Posteriormente fueron incorporados: A. Del Piano por Bella Vista; Augusto Abelenda por San Carlos; Antonio Salom por Santo Tomé y Dr. Juan M. Del Aguila por San Luis del Plamar. Conf. Diario "El Liberal" Edic. del 7 y 8-7-1919.

[8] GOMEZ, Hernán F. "Los últimos sesenta años de democracia y gobierno en la provincia de Corrientes" 1870-1930. Talleres Graficos L.J. Rosso. Buenos Aires, 1931. Pags. 278/9.
[9] CASTELLO, Antonio Emilio. "Historia de Corrientes" pag. 530. Editorial Plus Ultra. Buenos Aires, 1984.
[10] Se ha seguido para este trabajo la información suministrada por el diario "El Liberal" correspondiente a los meses de Junio y Julio de 1919. Archivo Histórico de la provincia de Corrientes. Se ha consultado además "El Parlamento Argentino" 1854-1947. Edición de la Cámara de Diputados de la Nación. Buenos Aires 1948, y JAIME, Juan Cruz. "Corrientes, poder y aristocracia" Lara, producciones editoriales. Buenos Aires 2002.

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